lunes, 20 de mayo de 2013

EL BALANCE NETO FOTOVOLTAICO LLEGA A EL PAIS VASCO


Hace unas semanas se anunciaba la primera instalación solar fotovoltaica para autoconsumo eléctrico de Euskadi, acaba de poner en marcha la segunda en Eibar (foto). Ambas generan kilovatios eléctricos que son autoconsumidos instantáneamente por sus respectivos propietarios y vierten a la red el excedente -cuando lo hay-, que cobran a precio de mercado mayorista.
El autoconsumo solar llega a Euskadi
La empresa Microelectrónica Maser SL (Maser-Mic), situada en Mendaro, Guipúzcoa, y dedicada al desarrollo y la fabricación de sistemas electrónicos en el ámbito micro, es "la primera de Euskadi en instalar una planta de energía solar fotovoltaica para su autoconsumo eléctrico". La cubierta fotovoltaica (FV) instalada en la nave de Maser-Mic tiene una potencia de 23 kilovatios pico (kWp). La instalación, que ocupa 160 metros cuadrados de la cubierta, consta de 96 paneles policristalinos colocados en paralelo a la cubierta, que es inclinada y presenta una orientación sur. Se  estima que esa cubierta FV producirá anualmente unos 23.500 kilovatios hora (kWh) y que "cubrirá el 30% de las necesidades de la empresa". La ingeniería informa de que la electricidad no consumida instantáneamente por el fabricante de Mendaro irá a la red (Maser-Mic la cobrará a precio de mercado mayorista, unos cuatro o cinco céntimos de euro). La empresa de Mendaro pretende utilizar su cubierta solar, por otro lado, "como laboratorio de experimentación de sistemas electrónicos de control energético orientado a su apuesta por el mercado de las smart cities". Se estima que Maser-Mic amortizará su inversión en unos diez años.

La segunda, en Eibar
La ingeniería guipuzcoana acaba de anunciar la puesta en marcha de su segunda instalación para autoconsumo, que ha ejecutado sobre la cubierta de Jaz Zubiaurre, empresa también guipuzcoana dedicada a la fabricación y venta de cepillos metálicos. La cubierta FV en cuestión, que ocupa una superficie de aproximadamente mil metros cuadrados y consta de 300 paneles policristalinos, tiene una potencia de 72 kilovatios pico "que cubrirá el 20% de las necesidades de la empresa". Los paneles se hallan inclinados con escuadras sobre la cubierta plana con orientación sur. seF estima que producirá anualmente uons 75.000 kilovatios hora. Según esta ingeniería, "la inversión se recupera en diez años mediante el ahorro que conseguimos en las facturas de electricidad". Esto significa  que, "si no realizamos la instalación, al cabo de esos diez años, nos habríamos gastado el mismo importe pagando las facturas eléctricas; la diferencia es que, transcurrido ese tiempo de amortización, dispondremos de otros 20 años de vida de la instalación y por lo tanto de electricidad gratuita". 

sábado, 18 de mayo de 2013

LA EÓLICA AHORRA A ESPAÑA MAS DE 886 MILLONES EN IMPORTACIONES DE COMBUSTIBLES FOSILES


Según el Banco de España, en 2012 las importaciones netas de energía (saldo energético) representaron el 151% del déficit de la balanza comercial española. Es decir: sin esta dependencia energética, el PIB de España hubiera crecido un 1,5% (retrocedió un 1,4%), el equivalente a 15.789 millones.

En el primer trimestre de 2013, el viento ha soplado con fuerza y la energía ha sido la principal tecnología de generación eléctrica del país. Esto ha sido posible gracias a las políticas de diversificación y reducción de la dependencia energética puestas en marcha hace ya unos cuantos años, primero por el anterior Gobierno del Partido Popular y después, por los gobiernos del PSOE. Gracias a la Ley del sector eléctrico de 1997 y al Real Decreto-ley 2818/98 -que puso en marcha el sistema de primas a las energías renovables- se posibilitó el desarrollo del sector eólico español.

Según datos de la CNE, a día de hoy hay 1.290 instalaciones que producen electricidad gracias al viento en nuestro país, que en los últimos seis meses generaron suficiente electricidad para cubrir el consumo de todos los hogares españoles. Estos parques están en 15 comunidades autónomas y en casi mil municipios y en todos ellos generan actividad económica.

Los 1.290 parques, hijos de la Ley del sector eléctrico, percibieron en el primer trimestre 830 millones de euros en incentivos, según la CNE. Una parte de esos incentivos se destinará a devolver la deuda de las empresas promotoras, otra (101 millones) irá a Hacienda y contribuirá a reducir el déficit público y otra parte se quedará en los mil municipios y pagará salarios de empleados que dependen directa o indirectamente de la eólica y a los que ésta ha dado la oportunidad de quedarse en su pueblo. Las más de 70 instalaciones industriales dedicadas a la tecnología eólica y a fabricar productos de alta tecnología, que también son hijas de la Ley del sector eléctrico, exportaron en 2011 (último año en que hay datos de la Agencia de Comercio de la ONU) por valor de más de 2.000 millones de euros.

Es decir que, gracias a las decisiones tomadas hace 15 años por un Gobierno del PP, necesitamos importar menos energía hoy,  precisamente cuando más cara es, conseguimos superávit en la balanza comercial, tenemos más empleo rural e industrial, podemos devolver los préstamos a los bancos en sus horas más bajas,  y tenemos un sector eólico tecnológico/energético/ industrial/ exportador que está entre los mejores del mundo.

¿Es o no un gran ejemplo de cómo con una visión a largo plazo y una regulación constante en el tiempo se puede conseguir avanzar en la senda de la independencia energética, crear un sector industrial innovador y exportador con empleo cualificado, y dar una segunda oportunidad a las economías rurales?

Aquellos políticos de 1997 y 1998 merecen que se les dé la enhorabuena. La lástima es que los del 2012 y 2013 no parecen entender el momento histórico en que vivimos. Si no, responderían sin dudar a la siguiente pregunta: ¿Qué le sale más a cuenta a España, incentivar a la eólica con 830 millones y seguir construyendo futuro en el país o invertir 886 millones para comprar combustibles fósiles a países geopolíticamente inestables? La respuesta, amigo, está en el viento.

viernes, 10 de mayo de 2013

ESPAÑA PODRIA CUBRIR EL 50% DE SU DEMANDA ENERGETICA CON RENOVABLES


Investigadores de la UNED plantean en un estudio que en España se podría producir la mitad de la demanda energética con energías renovables, siempre que se superen las actuales barreras técnicas y regulatorias. La generación distribuida –de pequeña potencia y cercana al punto de consumo– se convierte en una pieza fundamental en este escenario.
La generación distribuida se ubica cerca del consumidor / Medi Ambient. Generalitat de Catalunya.
La generación distribuida se ubica cerca del consumidor 
En 2012, la potencia total de generación energética en España se situó en 102.524 megavatios (MW), según datos de Red Eléctrica de España. Respecto a cómo se cubrió la demanda energética, un 32% fue aportada por las energías renovables, una cantidad que podría llegar al 50% en los próximos años, tal y como revela una investigación publicada en la revistaRenewable Energy.
Para conseguir esta proporción, España debería superar, previamente, diferentes barreras regulatorias y técnicas, que actualmente están dificultando el avance de un nuevo agente: la generación distribuida. Ésta se caracteriza por su pequeña potencia (entre 10 y 50 MW) y su ubicación en puntos cercanos al consumo.
“En breve, la generación distribuida participará en un alto porcentaje en la aportación que la energía renovable realiza sobre el sistema energético mundial, clave para la sostenibilidad y el cumplimiento de protocolos medioambientales”, explica Antonio Colmenar-Santos, investigador del departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Control de la UNED y autor principal del estudio.
En este nuevo escenario, el ciudadano cobra un papel fundamental. “El usuario se convertirá en un agente eléctrico vital, no solo porque podrá participar en las medidas de ahorro y eficiencia, sino porque además formará parte de una generación eléctrica cada vez más distribuida”, añade Colmenar-Santos.
De esta forma, los recursos renovables distribuidos, principalmente instalaciones fotovoltaicas, mini-eólicas y almacenamiento energético, con la ayuda de las denominadas redes inteligentes –Smart Grid–, pueden romper con las redes pasivas tradicionales, situándose cerca del usuario y absorbiendo la demanda de forma más eficiente.
Apuesta por las ciudades inteligentes
El estudio resume las principales barreras que están impidiendo que las energías renovables despeguen definitivamente en España. Entre las dificultades técnicas destacan los límites de conexión, las redes de distribución radiales –cuando se requieren en forma de anillo para que los flujos se muevan en ambas direcciones– o las desviaciones imprevistas de energía.
En cuanto a barreras regulatorias, “esperamos una revisión a fondo de los reglamentos del sistema de distribución en España”, afirma Salvador Ruiz-Romero, investigador también del departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Control de la UNED y otro de los autores del estudio.
Del mismo modo, los expertos reclaman un procedimiento de gestión de la distribución de la generación distribuida, que se apruebe la normativa de balance neto –en fase de elaboración– para regular el autoconsumo y que se aclare la definición de los operadores del sistema.
Según el estudio, la apuesta por ciudades inteligentes –Smart Cities– ayudará a que se integre la generación distribuida en los núcleos urbanos. “En el proyecto Smart City de Málaga se estima que, a finales de 2013, la energía consumida que provenga de renovables sea del 33,2% y, la potencia eléctrica instalada ‘verde’ alcance el 37,8%”, concluye Ruiz-Romero.

jueves, 2 de mayo de 2013

MOLINOS QUE PRODUCEN, "CUANDO NO HAY VIENTO"

La energía eólica marina podría proporcionar abundante electricidad - pero como con la energía solar, la fuente de alimentación puede ser intermitente e impredecible.Sin embargo, un nuevo enfoque de los investigadores del MIT podría mitigar ese problema, permitiendo que la energía generada por los parques eólicos flotantes que se almacena y luego se usa, en la demanda, siempre que sea necesario. La clave de este concepto es la colocación de enormes esferas concretas en el fondo marino bajo las turbinas de viento. Estas estructuras, con un peso de miles de toneladas cada uno, podrían servir como puntos de anclaje para amarrar las turbinas flotantes y como un medio de almacenamiento de la energía que producen. Siempre que las turbinas eólicas producen más energía que se necesita, que el poder sería desviada para accionar una bomba unido a la estructura bajo el agua, el bombeo de agua de mar de una esfera hueca de 30 metros de diámetro. (En comparación, el diámetro del tanque es de eso de Gran bóveda del MIT o de la cúpula sobre el Capitolio de los EE.UU..) Más tarde, cuando se necesita la energía, el agua se deja fluir nuevamente dentro de la esfera a través de una turbina conectada a un generador, . y la electricidad resultante enviado de vuelta a la orilla Un tal esfera de 25 metros de agua de 400 metros de profundidad puede almacenar hasta 6 megavatios-hora de energía, los investigadores del MIT han calculado, lo que significa que 1000 estos ámbitos podrían suministrar tanta energía como una planta nuclear por varias horas - lo suficiente para convertirlo en una fuente confiable de energía. Las 1.000 turbinas de viento que las esferas pueden anclar podrían, en promedio, sustituir un carbón convencional en tierra o de la planta nuclear.Lo que es más, a diferencia de las plantas nucleares o de carbón, que tienen horas de incremento, esta fuente de energía podría estar disponible en cuestión de minutos, y luego se pone fuera de línea con la misma rapidez. El sistema estaría conectada a la red, por lo que las esferas podrían ser utilizado para almacenar energía de otras fuentes, incluyendo los paneles solares en la costa o de las centrales de carga base, que operan más eficientemente a niveles estables. Esto podría reducir la dependencia de las plantas de pico de potencia, que habitualmente funcionan con menos eficiencia.El concepto se detalla en un artículo publicado en IEEE Transactions y co-escrito por Alexander Slocum, el profesor Pappalardo de Ingeniería Mecánica en el MIT; Brian Hodder, investigador en la Iniciativa de Energía del MIT;. y tres alumnos del MIT y ex estudiante de secundaria que trabajó en el proyecto El peso del hormigón en muros de 3 metros de espesor de las esferas 'sería suficiente para mantener las estructuras en el fondo marino, incluso cuando está vacío , dicen. Las esferas pueden ser arrojados en tierra y luego remolcadas a la mar en una barcaza especialmente construida. (Ningún buque existente tiene la capacidad de desplegar una gran carga,.) Las estimaciones preliminares indican que una de esas esferas se podía construir y desplegar a un costo de alrededor de $ 12 millones, Hodder dice, con los costos gradualmente bajando con la experiencia. Esto podría generar un costo estimado de almacenamiento de alrededor de 6 centavos de dólar por kilovatio-hora - un nivel que se considera viable por la industria de servicios públicos. Cientos de esferas podrían ser desplegados como parte de una instalación de gran mar de cientos de aerogeneradores flotantes, señalan los investigadores. Estos aerogeneradores flotantes en alta mar han sido propuestas por Paul Sclavounos, profesor de ingeniería mecánica y arquitectura naval en el MIT, entre otros ; este sistema de almacenamiento encajaría bien con su concepto, dice Hodder.En combinación, las turbinas flotantes y esferas de almacenamiento submarinos podrían proporcionar información fiable de energía, a la carta, excepto durante períodos de calma prolongados. Mientras tanto, un emplazamiento de muchas millas en alta mar proporcionaría el beneficio de los vientos más fuertes que la mayoría de los sitios en tierra firme, a la vez que operan fuera de la vista de la parte continental. "Ofrece una gran flexibilidad en la ubicación", dice Hodder. El equipo calculó que la profundidad óptima para las esferas sería de unos 750 metros, a pesar de que los costos se reducen con el tiempo podrían convertirse en rentable en aguas menos profundas. Jim Eyer, analista senior de la consultora de energía E & I Consulting de Oakland, California, que no participó en esta investigación, dice que el concepto "aborda algunos desafíos importantes asociados con la generación de energía eólica en general, especialmente el desfase temporal entre la producción y la demanda, y la variabilidad de la generación, las variaciones de la producción, especialmente rápidos que conducen a un exceso de 'rampa' de la generación gestionable. "Mientras que él llama la idea de" algo nuevo y potencialmente importante ", añade," Obviamente vamos a necesitar un piloto de prueba de concepto para dar el siguiente paso de desarrollo. " Slocum y algunos de sus estudiantes construyeron un prototipo de 30 pulgadas de diámetro en el año 2011, que funcionó bien a través de ciclos de carga y descarga, lo que demuestra la viabilidad de la idea. El equipo espera extender sus pruebas a una esfera de 3 metros, y luego ampliar a una versión de 10 metros de a prueba en un entorno submarino, si se dispone de financiación. MIT ha solicitado una patente sobre el sistema. Los investigadores estiman que un parque eólico marino combina con esas esferas de almacenamiento podría utilizar una cantidad de hormigón comparable a la utilizada para construir la presa de Hoover -. sino también suministrar una cantidad similar de energía Mientras la producción de cemento es una fuente importante de emisiones de dióxido de carbono, el equipo calculó que el concreto para estas esferas se podría hacer, en parte, el uso de grandes cantidades de cenizas volantes de centrales de carbón existentes - material que de otro modo sería un producto de desecho - en lugar de cemento. Los investigadores calculan que en el transcurso de una década de construcción y despliegue, las esferas pueden utilizar gran parte de las cenizas volantes producidas por las plantas de carbón de Estados Unidos, y crear la capacidad suficiente para abastecer un tercio de las necesidades de electricidad de Estados Unidos. El trabajo fue apoyado por una subvención de la Iniciativa de Energía del MIT.